Acuérdate, Señor, de Cîteaux a donde llegó Bernardo con sus compañeros :
Que los hermanos que viven en este lugar se sientan llevados por el impulso fundador y generoso de los orígenes.
Acuérdate, Señor, de cuantos viven el carisma cisterciense, mujeres y hombres. Acuérdate, Señor, de todas nuestras comunidades extendidas por el mundo, de las que envejecen y de las que están surgiendo:
Para que no pierdan el valor en el mar de las pruebas, impúlsales a dirigirse a Aquella a la que San Bernardo nos pidió mirar e invocar como a Estrella del mar, María. Padre Santo, hemos recibido tanto de ti : danos tu bendición para que las comunidades crezcamos en número y, sobre todo, en sabiduría y gracia para tu gloria.
Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, que es Dios y vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.